Mis queridos 14 fieles lectores e internuatas despistados que por éste blog recaéis sin querer y al que dudo que volvaís:
Llego a la librería de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM – sensacional en cuanto a contenido, y que te buscan hasta debajo de las piedras el libro que quieres. Dos profesores – hombres - están en el mostrador. No los conozco porque son de Publicidad.
- Bueno, entonces, ¿cuándo sale el libro de este caballero? – le pregunta al librero el trajeado de ellos.
- En un par de días, ya está en pruebas – le contesta el librero. - ¿Pero ya tienes una portada? Es para poner la proyección en clase, porque estos no se enteran ni se quedan con el nombre – le vuelve a preguntar el trajeados. Estos semos los estudiantes.
- Si, en cuanto la tenga te la paso – contesta el librero.
- Pues te voy a recomendar como libro de cabecera para este año en todos los grupos – le dice al otro hombre, que hay que reconocer que tiene la cara de estar algo abrumado, y que no sabe que decir – Me debes por lo menos una caña.
Esto último lo dice mientras se gira hacia mi como en busca de aprobación de la gracieta. Intento poner la cara más parecida a la de un doberman.
Una vez le pregunté al librero cuál era el libro más vendido en la facultad. Su contestación fue: “¿Quitando los manuales de los profesores? Harry Poter”
Los dos caballeros se van, no sé si camino del bar a cobrarse la caña. Llega mi turno y ante la pregunta de qué quiero, intento no contestar: otra universidad, otros modos.
Umberto Eco con su peluquero Antonio. Si es que gracias a Internet, profesor Eco, sabemos hasta a qué peluquería va y cuánto le cobran.
No es un mal tan solo español. También en Italia - ¿ algunos? - andan anclados en esto del pasado en papel, con una universidad nada vanguardista, anquilosada en los privilegios regios que se les concedía en tiempos del Renacimiento. Hasta el professore Umberto Eco - donde más le duele señor Eco, su biografía en Wikipedia - despotrica en contra del mundo nuevo, y se rige en poseedor de la única verdad: Internet es malo, malo, malo... Dogmatismo universitario, claro...