viernes, 28 de julio de 2006

A comer coles...

Pues eso: que me voy unos días a la capital de las coles: Bruselas. No creo que coma ninguna; algún bombicito y unos moules caerán en mi estómago, sin faltar las patatas fritas vendidas en la calle, con exquisitas salsas plastosas...y algún homenaje matutino en Le Pain Quotidiene, aunque esta vez no será cerca de Central Park.
Como no todo va a ser comida, os iré contando por aquí mis aventuras en la capital europea. Por aquí os dejo unas fotos en Flickr de la ciudad
Seguiremos informando...:-)

miércoles, 26 de julio de 2006

Lecturas de verano

Lo confieso: no tengo ganas de escribir. Ha llegado el calor, y con ello me he aplatanado. Escribir como lo hago aquí (¡y tan mal!) , es cosa del otoño, del invierno, de la primavera, pero casi nunca del verano.El verano es para leer. Para leer lo que a uno le venga en gana. En la playa no es muy recomendable llevarse lectura pesada, aunque yo confieso que Guerra y Paz me la ventilé en un verano. El ejemplar termino lleno de arena y de crema protectora. En el fondo Guerra y Paz es un largo folletín, ¡pero qué pedazo de folletín!
En verano, sobre todo en ese sitio hortera al que vamos todos los veranos (las playas turísticas), cuyo templo es el chiringuito (con los hombres sin camiseta enseñando sus pechos cubiertos con pelos y más pelos), hay que llevarse lectura ligera, que no mala.
Todos los años (me doy cuenta que me estoy convirtiendo en un viejo de costumbres fijas, y esto no puede ser porque me veo siendo un conservador en todos los sentidos) me compro un par de novelas de espías, de abagados yanquis (no le veo salida a una novela ambientada en la Audiencia Nacional) o de mafiosos y me los llevo conmigo de paseo. Cuando me canso de la playa turísitica (algo que sucede muy pronto) me refugio en la fantasia desbordante de estos libros. Tres autores no pueden faltar: Frederick Forsyth, John le Carré (para los espías estos dos) y John Grisham (para los abagados). De estos tres autores, os recomiendo Los Perros de la Guerra, de Forsyth; Single and Single de le Carré; y el Socio de Grisham, pero cualquier titulo de estos tres puede valer como lecturas de veraneo.
Haciendo memoria, recuerdo que me compre La Reina del Sur nada más salir al mercado. Lo mejor fue que me encontré con el autor, Don Arturo, nada más salir de la Casa del Libro. Odio a los que asaltan a la gente por la calle con "¿me lo firma?", asi que le dejé en paz...pero me hizo gracia la situación. Pérez-Reverte es otro autor muy cómodo para llevar a cualquier parte. Me refiero a sus libros, no a él en persona: ¿se imaginan un día con Pérez -Reverte en la playa?
Un buen, pero reciente, amigo canadiense me contaba el otro día que en su primera visita a España fue a parar a un complejo turístico en Salou. Para mejorar su español, se compró la novela erótica de Las Edades de Lulu, de Almudena Grandes. "Como yo no sabía mucho de que iba", me contaba por el Skype, "me la lleve a la playa, y en fragor de la lectura me animé (se erectó). Tuve que hacer un gran esfuerzo y concentrarme en una señora fea para que se me bajará la inflacción (tiene el vocabulario como lo tiene). Al día siguiente me compre Misericordia de Galdos, y no hubo más erecciones" Asi que ya saben...no se lleven lecturas eróticas a la playa,¡ que me escandalizan al personal!
Por cierto, ¿alguna lectura recomendada para llevar a la playa?¿Qué libro se van a llevar estas vacaciones?
Pie de Foto: Mientras mi sobrina dormía, Lupita me tomó prestado el libro y se puso a leerlo.

lunes, 10 de julio de 2006

A la calle, Zizou

Diré que eres uno de los mejores jugadores que he visto yo sobre un campo de fútbol; diré que has llegado al Mundial muy bien, porque poco has hecho o poco te dejaron hacer éste año en el Real Madrid, y eso que yo soy colchonero.
El desenlace
Éste final solo te lo has buscado. Nadie es culpable, salvo tú, enfant terrible. ¿Sabes que te podías haber cargado a pobre Materrazzi? Un golpe en el esternón, tan cerca del corazón..."Hay Reflex para los golpes, pero no hay Reflex para las heridas del corazón", le he escuchado decir a Aída esta noche. Seguramente las heridas de tu corazón se cicatrizarán pronto. Drôle de sortie, más propia de un cabaret de Marsella.
No te vengas abajo ahora, Zidane. Habrá gente que te venga a decir lo bueno que has sido, y hasta te perdonará esta gilipollez. Otros, dirán que siempre fuiste un venado. A mi, desde que no concedes entrevistas a mis colegas como que has perdido puntos.
Pero fíjate, yo pienso que has acabado de la mejor forma posible. Las tragedias tienen su punto, y eso de que el héroe termine siempre coronado en el olimpo de los diosos, con una Copa del Mundo en lugar de una corona de laurel, pues como que no. Además, solo tu elegiste este final para tu carrera deportiva. Míralo de esta manera: al menos tu llegaste, triunfaste, y pudiste terminar tu carrera como te dio la gana, pegándole en la poitrine a todo un defensa italiano que seguro que te mentó a tu madre por lo menos. Incluso sospecho que lo tenías todo calculado. ¿Es mejor que te echen a la calle o que falles un penalty frente a Buffon.
Mira, mira a la Escuadra Azurra; te retiraste al vestuario; deberías haber vuelto, recoger tu medalla, aplaudir a los campeones y quedar como todo un Monsieur.

Cannavaro, sosteniendo la copa. Enhorabuena a la Azurra. Se acabó un Mundial, sin pena ni gloria.