martes, 30 de mayo de 2006

Meme serie

Rosa me manda este meme. Tengo que decir que series sigo.
A mi me encantan las series. Soy un seriofilo, y no me importa confersarlo.
Lo más importante para ver si una serie funciona es el capítulo cero; si me gusta, me engancho. He seguido series como el Equipo A, MacGyver, Remington Steel...Luego estaban las españolas, como Brigada Central, Médico de Familia, Farmacia de Guardia...horas y horas viendo la tele.
¿Y ahora que serie sigo? De las españolas solo veo aqui no hay quien viva, pero puedo vivir sin ella (cuando estas enganchado a una serie, tienes que poner el video a grabar cuando no estas en casa); los Serrano ya me aburrieron hace tiempo. Y el experimento de los Simuladores no estaba nada mal.
De las series internacionales (perdón, quise de decir estadounidenses) ahora no sigo ninguna por TV, sino que me las compro o me prestan los DVD. Me enganché a Sex and the City por culpa de mi hermana, pero ella era quien decidía cuando se proyectaba un capítulo; en un momento de aburrimiento, le robé a mi hermanao los Soprano, y el verano pasado me tragué dos temporadas. Y si estoy en casa los martes por la noche me pongo a ver al genial Dr. House.
Pero la serie que me trae loco es el Ala Oeste de la Casa Blanca (The West Wing). Tengo las tres temporadas que se han editado en DVD. Me parece una serie muy buena, pero increíble, como toda serie. A ver si me hago con una serie británica que sacaron hace años sobre los tejemanejes de la política británica. ¿Cómo se llamaba?
No se me ocurre a quien pasarle el meme, asi que el que lo quiera que lo coja. Con un comentario diciendo que ha escrito ese meme....yo luego los recojo (ya sé que es trampa...pero...)

miércoles, 17 de mayo de 2006

Crónica (rápida) de una final

El Barça ha ganado la Copa de Europa. Yo me alegro, porque tienen más que ver conmigo que los de la “Pérfida Albión”. Si a esto añadimos que soy sufridor del Atlético de Madrid, la ecuación está clara (aunque también me alegré con las del Madrid, por qué no).
He visto toda la final; es la primera vez que logro ver un partido entero; soy un culo de mal asiento, y me ponía muy nervioso. Eso me llevó a dejar de ver los partidos del Aletí, ya que me comía la uña y parte de la Falange (la de los dedos, digo).
He visto la primera parte de una manera especial: escuchando por mis cascos la SER, mientras corría en una cinta en el Gimnasio, donde tienen una pantallas para que se haga más ameno la tortura física. Grité cuando marcó el primer gol el Barça. Yo solo. Luego lo anularon. Bueno, es normal, los entusiastas de este equipo no estaban precisamente en el Gimnasio. Lo anormal fue que varios gritaron (más alto y rotundo que yo, incluso con mayor alegría) el gol del Arsenal. Patético, que quieren que les diga...
El segundo tiempo lo veo en casa, donde me asombro de la cagada del portero del Arsenal (el pobre Almunia), que no guarda el primer palo en el gol de Eto, cosa que aprendí en mis años de jugador de balompié (solo servía para portero, las piernas solo las sé usar para caminar, y mal). En ese momento se establece conexión en directo con mi corresponsal en Tánger (es recíproco, yo soy el suyo en Madrid); mientras habla con mi hermana, coincide con los goles del Barça. Gritó yo, y al instante grita el Anyway, el bar de abajo. Se me había olvidado que el dueño del Anyway es colchonero como yo. El corresponsal en Tánger narra que “la ciudad está vacía, vacía de hombres. El segundo gol ha sido un clamor en toda la ciudad”. Se escuchaba desde casa que está alejado del centro. Si es que en Tánger hay muchos culé, unos cuantos menos merengues, y casi ninguno colchonero.
Hacía tiempo que no veía un partido entero. Mucho han tenido que ver los locos del Carrusel, definitivamente los mejores. ¡Enhorabuena a los Culés y a los que les gusta el fútbol!

Cheikha Rimitti n'est plus


Ha muerto Cheikha Rimitti a los 83 años. Fue una de las madres del Raï (راي), canción rebelde, de protesta y desparpajo, que nació en Argelia y se extendió por todo el Magreb; música que me acompañó en el Instituto, alternativa a los Back-street boys. Sonaba en las fiestas del Severo Ochoa, sobre todo el Abdelkader, o la desgastada Aicha de Khaled, versionada y destrozada por Amistades Peligrosas y luego rematada por un grupo sueco de cuyo nombre no me acuerdo (paso de hacer hasta el esfuerzo).
Yo confieso que era más de la cuerda moderna, de mi preferido Khaled, Rachid Taha, Faudel o Cheb Mami que cantó con Sting la canción Desert Rose, una autentica joya.
Descanse en Paz, Chikha. Nos quedamos con su música y con lo que inició. Gracias.
Esta noche no podía sonar otra cosa que Raï...mucho Raï...

lunes, 15 de mayo de 2006

Pongamos que hablo de Madrid

Las niñas ya no quieren ser princesas, y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra. Madrid, ciudad grande, hoy y siempre es tu día.
Madrid, donde los niños con polo fumarel, cantan al viento el vals del obrero. Esa ciudad donde el taxista es un madrileño de Cádiz, dispuesto a dejar el taxi y venirse a las verbenas de las Vistillas.
Capital sin nacionalistas de cuño propio, todo el mundo cabe en Madrid. Gato, gato, hay pocos; el resto, madrileños con pueblo. Aquí, en cuanto vives, eres de Madrid.
Ciudad con obras y agujeros, en busca eterna del tesoro nunca enterrado, donde los árboles hoy son meadero, y mañana tienen varonesas encadenadas. Con alcalde, Ruiz Gallardón, que dice estar enamorado de esta ciudad, y será un amor destructivo.
Y tuvo que llegar San Isidro, para que estallara la primavera. Las madrileñas del Mundo, dejaron, como todos los años otra vez, sus bufandas y cuellos altos. Ya es San Isidro, ya es primavera.
Reencuentro con una compañera de aulas de la facultad, reconocida entre la multitud por una sonrisa siempre dibujada. Después de tantos años, tuvo que ser San Isidro y la primavera quien nos brindara la oportunidad de hablar por primera vez.
Donde se cruzan los caminos, en un mapa de sitios por descubrir, con la amiga de la gorra de pana, que te lleva del brazo a la taberna mas antigua de Madrid o escuchar al pollo de California, tras parada en una tarde de sol y sombra en los tendidos de la Plaza. Donde sabe a gloria un chocolate en el Isidora, en una noche fría de Madrid, para luego ir a templarte en el bar con nombre de nefasto rey, gabacho él, de nombre Pepe y apellido Botella. Porque esta ciudad, esos feroces gatos, no soportaron que un hombre bajito viniera a imponer sus ideas de libertad, yugo verdadero de un imperio escrito en la lengua de Baudelaire.
Si no te gusta Madrid, conmigo disimula. Con permiso del resto, esta es la mejor ciudad del Mundo.

miércoles, 10 de mayo de 2006

Un estreno y una vuelta

Hoy me pongo taurino. Y no solo porque hoy empiece el lio de San Isidro, que para los taurinos es como los mundiales pero cada año, y dejando, ultimamente, poco satisfechos a los aficianados. Me pongo taurino por dos motivos: primero porque Unkilombo se estrena en esto de los blogs. En verdad se presentó con sus intenciones allá por el mes de septiembre, a la vez que se pasaba por aquí y dejaba algún comentario. Muy taurino se puso con el nombre: El Mundo por Montera que no hay confundir con el blog de uno de mis lunares preferidos (como lo llamó Alfanhui muy acertadamente), llamado de igual manera. Unkilombo se estrena con unas recomendaciones para visitar Chicago, la ciudad de los gangsters.
Unkilimbo en una foto reciente
La segunda que esté asi de taurino es porque mi amiga Rosa vuelve al periodismo taurino. La feria de los toros de San Isidro será cubierta para el gratuito ADN por esta periodista de los pies a la cabeza, quien me ha llevado de la manita metafórica a este apasionante mundo de los toros que a nadie deja indiferente.
Esta mañana la he leído (ir directamente a la página 24 y 25)antes incluso de meterme el café en vena. Ha adelantado, y asi lo hará durante toda la feria, a mi diario de referencia y de algún que otro cabreo. Empieza lanzando verdades al aire, como las grandes ausencias de esta feria.
El desplante con el que Rosa nos felicitó el año
Me encanta el lenguaje que se usa en el periodismo taurino, lleno de metáforas. Rosa también me llevó a leer al Maestro Navalón, que escribía como nadie. Conocí a Carmen Esteban en una noche después de los toros, el San Isidro pasado. Luego leí sus crónicas geniales del mundillo taurino. El cuarteto se cerraba con Ana Pedrero, que escribe preciso y limpio, usando la palabra adecuada en un idioma, el de Quevedo y Cervantes, que no tiene sinónimos.
Me alegro mucho por Rosa. Sé que este mes no la veré tanto, porque entre la feria y mis trabajillos...aunque siempre sacaremos tiempo para un Beers&Friends.
Suerte a los dos en estas aventuras, uno por su alternativa, y la otra porque vuelve al ruedo. Vista, suerte y al toro.

domingo, 7 de mayo de 2006

Simba se presentará...

...hoy por la tarde a la resto de la tribu. Me voy a perder esa escena, esos momento de “es clavadita a...”. Eso si, tal y como está nuestra Simba, poco la podrán coger ya que extraña a todo aquel que no sean sus padres. Espero que me manden fotos, que me cuenten como ha ido y que no me cuenten que van a poner de comer, porque con lo vacío de mi nevera, me corto las venas...
ULTIMA HORA (un poco tarde, pero bueno): la abuela Ana nos da imágenes de la presentación...¡queremos más!

martes, 2 de mayo de 2006

Homenaje mi despertador:

En Tánger, cuando íbamos al cole, mi hermano tenía la función de sereno. Él se ponía el despertador e iba de habitación en habitación despertando primero a mis hermanas, y luego a mi con encendiendo la luz, con lo que me aseguraba de que el ruido del despertador no había sido una pesadilla.
Pronto mi hermano se fue de casa, siguiendo los pasos de la mayor. “Los pájaros vuelan del nido”, decía mi madre. Así que solo quedábamos dos, y con horarios distintos. Cómo no tenía despertador, se me ocurrió usar el Timer de la minicadena, alejada de mi radio de alcance. Ponía a las 6.50 la sintonía de Radio Olé: me despertaba la Pantoja, Rocio Jurado y más música de estilo. Nada más escucharla, me levantaba hacia la minicadena, y ponía a los Gomaespuma.

Mi despertador, puesto en hora con la nueva pila

Un día, mis padres se fueron a Ceuta y aparecieron con mi despertador, un Casio blanco. Allí lso Casios son baratos. Ese reloj me ha despertado en días felices, ilusionantes, pero también en días difíciles y desafiantes. Él se encargaba de despertarme todos los sábados para ir a jugar temprano al Frontón; él se encargó de despertarme durante los exámenes del instituto, los de selectividad y finalmente los de la carrera; él se encargó de despertarme de alguna que otra siesta de las de verdad, con camisón y orinal, para ir al encuentro de algún amigo, o de algún amor volátil que entonces era eterno; también en momentos difíciles, cuando tienes que ir a enterrar y dar un homenaje a personas queridas.
Éste solo es un homenaje a éste reloj al que se le han agotado las pilas después de 7 años.
Extraígo esta portada que me encontré buceando en el ABC del año 46, mietras buscaba material sobre los juicios de Nuremberg en ABC; mañana me despertará el Casio resucitado para terminarlo.

Portada del ABC de 9 de marzo de 1946. El texto reza: EUROPA YA NO DORMIRÁ TRANQUILA dos millones de despertadores será la cifra que alcanzará durante este año la producción inglesa. Aquí, una linda operaria procede a la inspección de un partida. (Foto Ortiz). En el año 2005, solo en España, se preveía una venta de 20 millones de móviles, todos con despertador, claro...No he encontrado datos sobre el número de despertadores...

lunes, 1 de mayo de 2006

Eres el arte hecho mujer...

No había bebido. Hoy le tocaba a él llevar el coche. Sus amigos iban ya más que contentos. “A ver como gobierno yo a estos cuatro salvajes”. Cada vez que pasaba una mujer, soltaban entre ellos algún comentario. Todos estaba trabajando, en curritos distintos, los primeros para abrirse paso. Aún seguían quedando al ritmo de la facultad, pero sin el estrés de Derecho Mercantil, ni el miedo a tener que volver a verle el careto a don Jorge Lopez Curbeló
Querían salir de caza. “Esto es patético, pero cada vez que lo hacemos lo pasamos genial”, pensó.
Local tras local, llegaron al Cliquot; saludo al puerta “¿Qué viene te veo? Hoy vienes fresco”. Le dio una palmada en la espalda: “hoy me toca devolver a la pandilla sana y salva”, dijo mientras señalaba a los cuatro que no paraban de mirar a la encargada del ropero, una impresionante morenaza, de tetas y lágrimas de silicona. “Que tengan cuidado que hoy viene de mala ostia”, le advirtió el puerta, “lo ha dejado con su novio y no hay quien la aguante. Como se acerquen les muerde, y yo no les separo”.
La tentación de una copa se disipó al pensar en la vuelta a casa por la curvas de la carretera. Se acordó de un amigo, de la rabia de los cristales rotos y el coche destrozado, como tantas vidas solo noticia en números de telediarios.
Dejó a sus amigos en una mesa alta, cercana a la barra, mientras bebían sus rones isleños. Tenía ganas de mear; “si es que el agua es mala; ¡si lo que hace en los caminos, que va a hacer en mi cuerpo!” Se rió de si mismo porque sabía que así no era el dicho.
El paso de la oscuridad de las luces centellantes a la luz del meódromo, abría otra realidad. Como siempre, larga cola en las mujeres, vía libre en los hombres. “Solo en esto somos más productivos”, frase que siempre se repetía ante la misma escena. Abriéndose paso entre las vejigas llenas, vio como ella salía del cuarto de baño. Suspiró fuerte, y dio gracias al cielo de no tener a sus cuatro salvajes al lado. Rubia, pelo largo cortado en capas “como se hacen ahora las chicas”, le contaría luego a un amigo al describirla. Un cuerpo impresionante, pero eso no era lo importante, porque lo supeditaba todo a unos enormes ojos verdes, quizá azules verdosos. Sin pensarlo le dijo: “eres el arte hecho mujer”. Sus ojos le miraron, se clavaron en los suyos. Pensó que había sido grosero, muy grosero, que se había comportado como uno de los cuatro de su cuadrilla, como se hubiera comportado él con unas copas en el estómago; pero había sido sincero. Sus temores se disiparon cuando ella, sonrió, con la sonrisa más dulce que al jamás le habían dedicado, y tras escuchar un candido y dulce “gracias...”