Cuando acaba un año, todos los informativos hacen balance del año : desde el Tsunami, pasando por la muerte del Papa, la sangría diaria que es Irak, la victoria de Fernando Alonso, el triunfo más importante del otro
Alonso, los atentados de Londres, Amman y un triste periplo de tristeza y sinrazón hasta llegar a la gripe aviar.
Hay dos balances que me ponen especialmente triste: aquel que escuchamos todos los lunes, ya con tanta naturalidad que asusta: el de los muertos que cada fin de semana se quedan en nuestras carreteras; y aquel que supone cada periodista muerto en combate, en guerras o en la lejana retaguardia, por realizar su labor profesional.
RSF ha publicado el
balance del año 2005 : 63 periodistas muertos en todo el mundo. Irak sigue siendo la zona de mayor riesgo: 24 periodistas y 5 colaboradores de medios. Desde el inicio de la guerra y posterior ocupación, Irak ha superado ya el número de periodistas fallecidos en toda
la guerra de Vietnam (incluyendo cuando ésta era la guerra de Indochina) que se llevó, entre otros, al
gran Capa.
"En ciertos países de Africa, si usted mata a un elefante corre el riesgo de acabar en prisión. Si usted mata a un periodista, corre el riesgo de no ir"
La primera muerte de un reportero que sentí, fue la de Jauntxu Rodríguez, en Granada, por tiros de soldados de EE.UU. Corría el año 1989. Y así hasta 6 informadores: Miguel Gil, en Sierra Leona; en Afganistán dejó su vida Julio Fuentes; en Irak fallecieron Julio Anguita Parrado y José Couso; y Ricardo Ortega, que murió en Haití.Todos ellos fallecieron en zonas de conflictos armados.
El 5 de octubre de 2004, el consejo de ministros aprobaba un real decreto-ley por el que se otorgaba una indemnización con carácter retroactivo a los periodistas fallecidos en una guerra. No era por ser una casta privilegiada, sino que se le otorgaba la misma categoría que a:
“los militares, policías, guardias civiles y personal de las Administraciones Públicas, laboral o funcionario, que fallezcan o sufran lesiones con motivo de su participación en operaciones internacionales de paz y seguridad. También, los miembros de ONG, incluidas las congregaciones religiosas, y periodistas que trabajen en países en conflicto siempre que estén "acreditados por el Ministerio de Defensa o Interior", según informaba el diario EL PAIS.
No solo en las zonas de guerra fallecen periodistas cumpliendo su labor; un triste caso fue el asesinato de José Luis López de la Calle por parte del grupo terrorista ETA.
Antes de llegar al caso extremo de la muerte, los periodistas son, en muchos países, intimidados, arrestados, torturados, secuestrados...China encabeza la lista con 32 periodistas encarcelados, detrás Cuba con 24, Etiopía con 17, su vecina, y hasta hace poco provincia, Eritrea con 13...
RSF extiende sus denuncias hacia la persecución a los llamados ciberactivistas. En muchos países, tener un blog de contenido crítico hacia el poder político te lleva a la cárcel. En otros países, se ha optado por censurar los blog y demás paginas de contenido crítico.
Mi más sincero homenaje a todos ellos. Tomo prestada una dedicatoria extraída del
último libro de uno de mis maestros: “A los corresponsales que, por intentar contarlas, han hecho ya el inevitable viaje con Caronte. Que Hades y Perséfone sean clementes con ellos, con todos ellos.”
[El informe de RSF me lo mandó
Rosa, como tantas cosas interesantes: cada tarde, a eso de las 15 abro mi correo para ver las cosas buenas que me ha mandado. ¡Gracias!]