viernes, 11 de noviembre de 2005

Un 11 de noviembre cualquiera

Nací el mismo día que Фёдор Михайлович Достоевский. El día que se lo conté a Carlos Sardiña, el único amigo que conservo desde primero de periodismo, me dijo: “cuanto te envidio mamón”. El siguiente cumpleaños me regalo los hermanos Karamazov, “ahora veras que no solo Tolstoi escribe bien”, me dijo para sacarme de la ensoñación en la que me encontraba tras leer “Guerra y Paz”. Es mi próximo gran libro.

Retrato de Фёдор Михайлович Достоевский por Vasily Perov, 1872
También comparto día de nacimiento con el general George Patton , quien fue un firme defensor del uso del carro de combate en la guerra; le costó sudores que le dieran dinero para financiar sus carros blindados. Protagonizó el desembarcó de Casablana, dirigiendo la Operación Antorcha. Corría el mes de octubre de 1942, y éste fue el primer desembarco de toda la guerra de las fuerzas aliadas contra un territorio controlado por la repúlica de Vichy (ya saben, siempre nos quedará Paris).

El general Georges Patton creía en la rencarnación, y decía haber sido en una de sus vidas el general Anibal

El 11 de noviembre de 1942, es decir por las fechas en la que el genio loco de Patton desembarcaba en Casablanca, se estrenaba una película titulada Road to Morocco, protagonizada Bing Crosby, Bob Hope, Dorothy Lamour, Anthony Quinn y Dona Drake. No la he visto, pero me lo ha chivado wikipedia.
Se me pasaba por alto, pero una fecha que siempre me entró con facilidad fue la de 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania firma el armisticio con las tropas aliadas; se acababa así la I Guerra Mundial.
He descubierto que cumplo años el mismo día que un pacifista austriaco; tendré que investigar más, porque ya con lo que dice la Wikipedia de esta tal Alfred Hermann Freid, me parece interesante.
Pero no todos van a ser chupis, y comparto fecha con dos reyes...pero que mierda reyes: Carlos IV nació en 1748. Aparte de ser un gordo fofo, a mi éste tipo me cae igual de gordo. Al pobre le ponían los cuernos con Godoy; casi mejor, porque María Luisa de Parma era fea de remate. Éste rey, quizá uno de los peores de la historia, dejó su reino en las manos del amante de su mujer, y éste en las manos de los gabachos que venían con la pretensión de civilizarnos con su Napoleón por delante, y les echamos con el grito “¡que vuelvan las cadenas!”. Bueno, por lo menos le debo a Carlitos que tuviera a Goya entre los pintores de la corte; de no ser así no hubiera disfrutado con uno de mis cuadros predilectos, la familia de Carlos IV.

La familia de Carlos IV de Goya. Es como una caricatura pero en serio.
El otro rey tonto a las tres es Victor Manuel Manuel III de Italia. Siempre me gustó la historieta esa del alcalde que le dijo al subnormal éste: “a mi mujer solo le pongo el abrigo yo, Majestad”, quitándole de las manos la prenda que el rey pretendía ponerle a la bella esposa del edil en cuestión, guardando intenciones de volvérselo a quitar más tarde, junto al bello vestido de noche que portaba para el baile. Después de esto no le quedó al alcalde otra cosa que hacerse republicano.
Nací el año del golpe de estado; por aquel entonces yo debía de ser una especie de conjunción de un par de células que se estaban peleando por decidir cómo iba a ser yo. Creo que a estas células les influyó de manera sustancial los sucesos del 23-F. Menos mal que se lo tomaron a bien, y por eso de los transistores me entró ya el gusanillo del periodismo; claro, que también les pudiera haber dado por hacerme guardia civil con mustacho y tricornio...
Nací en definitiva el 11 de noviembre sobre las siete de la mañana. Yo no me acuerdo bien, pero es la versión que me dieron mis padres. El cirujano que atendió a mi madre era Don Carlos, un hombre que apenas guardó de él algún recuerdo y la planta gigante que le regaló a mi madre días después. Al hombre se le pinchó la rueda del coche mientras venía a atender el parto. Así que mientras hacía empujar a mi madre, mi padre se puso a cambiarle la rueda; era de justicia: él le sacaba el hijo, y mi padre le cambiaba la rueda.

Hospital español de Tánger.

Nací en el hospital español de Tánger, donde trabajaba y trabaja mi madre como pediatra (tuve las mejores atenciones desde el primer momento, y ahora se encarga de mí la otra doctora de la casa, mi hermana Amel). Don Carlos no le cobró a mi madre, porque eran colegas. Costé unos 683,45 dirhams, que al cambio de hoy deben de ser unos 40 euros (tengo la factura, la de la foto).

Factura: lo que costé. Por detrás viene la garantía, dos años. Es buena señal que no me devolvieran.


Ese día iba en portada de El País:
- “Polonia quiere integrarse en el FMI”
- Los "etarras" confinados en Yeu, estrechamente vigilados.
- "Diálogo de sordos" en el Comité Central del PCE
- Los hoteles; Ritz y Palace de Madrid, en venta
- Diálogo de sordos entre la dirección del PCE y los seis miembros del Comité Central cuyo cese propone Carrillo
- REPORTAJE - 20 policías franceses vigilan día y noche todos los movimientos de los etarras
Hay cosas que no cambian, lo digo sobre todo por el “diálogo de sordos” dentro del PCE.
Navegando por dentro de la edición de El País, me quedo con un artículo de Gabriel García Márquez, en homenaje a Georges Brassens. Extraígo una frase del cantautor francés que cita Gabo: "Morir por las ideas, de acuerdo; pero de muerte lenta".
Terminó éste post, escuchando Marinette de éste genio llamado Brassens, y al que el bueno de Gabo le hizo su homenaje en un rotativo el día que nací. Quiero que un día llueva para y que pase como en la canción “le parapluie”.
Disculpen por éste pequeño homenaje que me he hecho a mí mismo. Y como en todos los cumpleaños uno tiene que acordarse de las dos personas que se pusieron un día de acuerdo, para darles las gracias. A los hermanos les viene uno impuesto, en cuanto a que no te eligen; me han soportado 24 años, por lo que también gracias. Y claro, mis amigos, los de toda la vida (el Samir me ha cantado en un SMS el sana jelua ya gamil), los de siempre, los que he conocido hace poco y ya parecen de toda la vida. A todos GRACIAS.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sólo nací el mismo día que Calamaro, ahí es ná. (También el fotero Cartier-Bresson o la cineasta Leni Riefenstahl, a mis ojos incomprendida después de la caída del régimen nazi).
El hospital tiene una pinta muy andaluza.

En fin, como diría un flamenco: ¡Qué listo es mi niño que caga sentao!

Moeh Atitar de la Fuente dijo...

¡Qué suerte! Te cambio a Calamaro y Cartier-Bresson por mis dos Reyes.
El hospital es de la época colonial; no recuerdo la fecha exacta pero haber si alguien me la chiva

Ana dijo...

Imita al estilo colonial. Creo que se acabó en 1953..2 años antes de la independencia de Marruecos que ahora, el día 18. celebrará su 50 aniversario.
Ah! Salistes barato...y bueno y bonito..eso sí un tanto "movidito".Besos

Anónimo dijo...

Magnífica la celebración de tu cumple. ;)
Un beso,
PTz

Anónimo dijo...

El gordo de la lotería tampoco se elige, simplemente toca...

Eres "el niño" de todos... y lo sabes...

Alia

Anónimo dijo...

¡Feliz cumpleaños! No lo sabía...

Si crees que con 26 años acumulas muchas cosas de "esas que sólo para ti" tienen valor, espera a los 33. Ahí sí que te enteras también de lo que son canas, por cierto.

Pues eso, que feliz cumpleaños atrasado...