jueves, 24 de mayo de 2007

Ya Rayah

1,2,3 soleils: son Rachid Taha, Khaled (mi preferido, sin duda) y Faudel. Tres crack del Raï que llevaron a este género norte africano a la modernidad, y en ella siguen.

El concierto de 26 de septiembre de 1998 en palais omnisports de Paris-Bercy (POPB) fue grabado y después comercializado en un disco, que yo guardo como oro en paño.

Esta canción que os dejo es Ya Rayah, una canción mítica de un clásico argelino del raï: Dahman el Harrachi.

Es una canción dura de emigración, de exilio, en definitiva de abandono de la tierra de uno para buscar a veces simplemente un futuro, ni tan siquiera mejor.



Traducción, un tanto libre y después de consultar algunas traducciones en francés (está en argot argelino, y de eso chanelo muy poco):

[Estribillo]
Ya Rayah win m'ssefer t'hour taaia ou touila
¡Oh emigrante! ¿a dónde viajas? Te cansarás y terminarás por volver

Chral n'dmou l'aabad el rafliin kablek ou kabli
Cuantos se han arrepentido antes de ti y de mi

Ya Rayah win m'ssefer t'hour taaia ou touila
¡Oh emigrante! ¿a dónde viajas? Te cansarás y terminarás por volver

Chral n'dmou l'aabad el rafliin kablek ou kabli
Cuantos se han arrepentido antes de ti y de mi
[Fin Estribillo]

Chhal cheft al bouldan laamrine wa lber al khali
¿Cuántos países poblados y desérticos has visto?

Chhal dhiyaat wqat chhal tzid mazal ou t'khali
¿Cuánto tiempo has desperdiciado?¿Cuanto tiempo te queda más por dejar?

Ya lghayeb fi bled ennas chhal taaya ma tadjri
¡Oh tu ausente!, no paras de correr en el país de los otros

Tzid waad el qoudra wala zmane wenta ma tedri
El destino y el tiempo siguen su curso pero tu lo ignoras

[Estribillo]

Aalach qalbek hzine waalach hakdha ki zawali
¿Por qué tu corazón está tan triste?¿Por qué permaneces allí como un desgraciado?

Matdoum achadda wila tzid taalem ou tabni
Las dificultades no durán, y tu tampoco construirás y ni aprenderás más

Maydoumou layyam walay doum seghrek ou seghri
Los días no durán, todo como tu juventud y la mía
Ya hlilou meskine li ghab saadou ki zahri
Oh dulce desgraciado que tu suerte ha pasado, como la mía

[Estribillo]

Ya msafer naatik oussaayti addiha el bakri
Ôh viajero, te doy un consejo para que lo sigas
Chouf ma yeslah bik qbal ma tbia ou ma techri
Mira lo que te conviene antes de comprar o vender
Ya nnayem djani khabrek ma sralek ma srali
¡Oh tu el dormido! noticias tuyas me han llegado, te ha pasado lo que a mi me pasó
Hakdha rad el qalb bel djbine sabhane El Aali
Así devuelve el corazón a su creador el Altísimo.

[Estribillo]

lunes, 21 de mayo de 2007

Por cierto...

Oído en la cola del Telepiza:

Mujer gorda, bajita, rubia de bote (lo delataba las cejas negras), aros de oro en las orejas, sobrepasando los 50 años (o llevando mal los 40); chandal de fútbol y deportivas con ribetes dorados: «Pues yo quiero una carbonara; la probé después del concierto de la Pantoja y estaba buenísima. Por cierto, que peazo de artista».

Una del grupo que la acompaña (a la par en estilo), pica: «¿Pero estuviste en el concierto de la Pantoja?»

No sigo reproduciendo el diálogo, porque no quiero que se me vayan los 14 fieles lectores; pero siempre hay una manera de meter un por cierto...

martes, 15 de mayo de 2007

Ruido de mortero (II)

Viene de la entrada anterior

Pasaron algunos días sin que el sueño -- pesadilla -- del mortero volviera a hacerse presente.

Una noche volvía tarde de trabajar; al día siguiente tomaba un avión a primera hora.

Me puse a ver la serie esa que resuelven los crímenes analizando los escupitajos (desde entonces no escupo por la calle no vaya a ser que me endosen un muerto); caí antes de saber quien había matado a la striper.


Me despertó un ruido de mortero que salía de la televisión, de una cadena de información 24 horas que debí haber cambiado aplastando el mando. La pieza rememoraba una guerra en blanco y negro. Ese ruido de mortero era real, pero no desde luego, no como el de mis sueños.

El reloj ya pasaba de las cuatro cuando empecé a ducharme, en vistas a que una buena ducha relaja aún más; fue entonces cuando escuché el primer ruido de mortero -- cómo era en mis sueños -- confundido con el ruido del agua.

Pensé que era fruto de mi imaginación, pero el segundo sonó para despejarme la duda; seguí duchándome, y por un momento pensé que el oficial gringo iba a entra en el cuarto de baño para decirme que estaba en un lugar seguro; y así el cuarto, el quinto y el sexto ruido de mortero.

Me sequé rápidamente, y me puse el pijama, mientras oía cada vez más cerca los ruidos bruscos. Abrí uno de los balcones que daban a la calle y busqué la fuente del sonido: un chico iba, como único entretenimiento, abriendo la tapa de los contenedores de basura y dejándolos caer, haciendo realidad el ruido de mortero de mis pesadillas.

Desde entonces he vuelto a soñar con el ruido de mortero, pero en el momento en el que entra el oficial gringo en escena, yo le digo: "¡Qué no! ¡Qué no es un mortero! ¡Qué es un gilipollas que le da por estrellar contenedores a estas horas de la noche!"

lunes, 14 de mayo de 2007

Ruido de mortero (I)

La pesadilla se estuvo repitiendo durante varias noches seguidas. En medio de un sueñobun ruido estrepitoso entraba. Era intermitente, con una cadencia inesperada, sin ritmo alguno.

Los escenarios cambiaban: una pradera, el jardín de casa, un museo...y la historia variaba con la aparición de los morteros. De hecho solo recuerdo el inicio del ruido y todo lo soñado con anterioridad se me ha olvidado.

En todos los sueños -- tornados en pesadillas -- alguien soltaba que era "ruido de mortero", y el pánico comenzaba a hacer mella en las caras de las personas que me acompañaban.

El siguiente paso era siempre el mismo: un oficial salido de la nada nos intentaba tranquilizar -- a mi me ponía más nervioso -- diciéndonos que estábamos en un sitio seguro, pero el ruido se hacía cada vez más intenso, más cercano, y el oficial --siempre el mismo gringo -- no paraba de hablar por su walkie poniendo mala cara y repitiendo: "Nos están atacando, nos está atacando".

Sin saber como, sin saber porqué, el ruido cesaba, el silencio volvía y yo me despertaba. Lo peor de todo era que lo más real del sueño eran esos "ruidos de mortero", que nada se parecían a los de las películas.

Y es que el ruido era lo único real del sueño.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Cuaderno de París (III); cierre con marcapáginas

Se acabó la visita a París. Ayer, a primera hora de la mañana volví a Madrid.

Ha sido un viaje muy satisfactorio, pero he visto París por fuera. Ya sé donde están los sitios más importantes, ahora solo me queda volver para aprovecharlos la próxima vez.

Por eso este cuaderno de París, tan breve y tan precipitado, se cierra con un marcapáginas, que de aquí a finales de julio espero se vuelva a abrir con más profundidad.


Solo queda el agradecimiento a la compañera de viajes y de aventura, que es la que sale al lado del tío feo, pálido y con ojeras de la foto de arriba.

PS: un guiño para los íntimos: no cometí el mismo error que hace 25 años...jajajaja

PS2: Faltaba un agradecimiento al anfitrión paciente que me dio cobijo y me invitó a cenar en un libanés que no acepta tarjetas American Express...

domingo, 6 de mayo de 2007

Cuaderno de París (II): prueba irrefutable

Para demostrar mi paso por París, he aquí un autoretrato con la Torre Eiffel al fondo.


No hay tiempo para mucho más, así que los museos y esas cosas para la próxima anunciada visita...

PS: ¿Ha colado eso de poner un poster de la Torre Eiffel detrás?

viernes, 4 de mayo de 2007

Cuaderno de París (I): se anuncia otra visita

Estoy en París, cubriendo las elecciones presidenciales.



No he tenido mucho tiempo de pasear por París, pero ayer vi el Arco del Triunfo y me dí una vuelta por Los Campos Elíseos antes de comer en un restaurante libanés.



Hoy me he dado un paseo hasta La Sorbonne, y he visto Notre Dame, Boulevard Saint Michel, el ayuntamiento y he comido al borde del Sena un bocadillo de los que preparan por aquí.

Pero aquí hay que venir de vacaciones para patearse toda la ciudad...por eso, presagio que volveré pronto...

Y aquí os dejó el set de Flickr con las fotos (no políticas, de Paris de la France )