jueves, 20 de octubre de 2005

NYC: Día 4. (sin editar)

La torre de la Libertad: esta ciudad tiene muchos emblemas. El Empire, el Puente de Brooklyn, Times Square...pero sin duda, la Torre de la Libertad es quizá el símbolo más reconocido de esta ciudad. En su día, le pusieron el título de “la libertad iluminando al Mundo”. Era el primer monumento que veían los inmigrantes nada más llegar a los Estados Unidos.
Para llegar a la Torre tienes que tomar un ferry en el sur de la isla, que te lleva a la torre y a Ellis Island, que era el lugar donde paraban los buques provenientes de Europa llenos de inmigrantes. En la cola que teníamos que hacer había un genuino hombre negro armado con un instrumento musical que no había visto en mi vida (me soplan que es el instrumento que tenía el cangrejo de la sirenita). Cuando llegabas a su altura, te preguntaba el país de origen. Acto seguido te tocaba el himno nacional y una pieza singular. ¡Qué triste que fuera la Macarena de los del Rio!Es ejemplar que un país necesitado de inmigración haga un homenaje continuo a las personas que fueron “arrojados y desahuciados” sus tierras, como reza el poema Emma Lazarus, grabado en el pedestal de la torre. La estatua no hace más que iluminar con la libertad a aquellos que buscaban (o buscan) la libertad. En Ellis Island continua el homenaje a las gentes llegadas de lejos. En éste lugar era donde descendían los pasajeros de tercera clase para ser inspeccionados y registrados. El médico de turno apenas tenía unos minutos para decidir la suerte de la persona en cuestión. Si tenía algún síntoma de enfermedad contagiosa era rechazado y tenía que volver al continente europeos. Muchos de los que llegaron, al preguntarles el nombre, quedaban en silencio, quizá porque no comprendían la pregunta en un idioma ajeno. El funcionario de turno le rebautizaba entonces.Por mucho que pusieran monumentos para alumbrar a los recién llegados, el trato debía de ser parecido al del ganado. Se afanan en asegurar que los inmigrantes tenían un trato digno. A mi me viene a la cabeza imágenes de películas como el Padrino, cuando Vito Corleone llegaba a este país con apenas seis años. También es aquí donde se desarrolla alguna escena de la película Gans of NY. El trato que recibían quedaba grabado en las tristes fotografías y testimonios grabados que hay en el museo de Ellis Island.Wall Street: donde está el poder, está la fuerza. En WS el dinero se palpa en el rostro frenético de la gente, aunque verlos a las 1730, cuando están saliendo, supongo que les dará un aire menos estresante. Si el poder es económico, la fuerza se articula en los policías armados que custodian los alrededores, con fusiles de asalto, chalecos antibalas y provistos de casco. Esto policías de elite son de los poco gordos que se ven por aquí. En NY, los policías son enormemente gordos. y una se pregunta cómo harán para corre detrás del malo. No corren nunca detrás. Simplemente disparan.

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