sábado, 9 de diciembre de 2006

Esa obra de arte....

Todos tenemos en casa una obra de arte que no sabemos que leches hace en una mesilla del salón o colgada en una de las paredes, porque es francamente hortera y de mal gusto. Cada vez que lo veo me acuerdo del cuento de Antón Chéjov, titulado precisamente obra de arte.
En mi casa tenemos un cuenco chino. Llegó, sospecho, de la misma manera en la que le llegó el candelabro al doctor Kochelkov. Pero en mi casa ya tiene su sitio. No sé como describirlo, asi que le hecho unas fotos:


Desde luego que es un cuenco chino, el sello lo atestigua. ¿Y qué hacer con esta cosa? No atrevo a dar un paso hacia la solución definitiva:


Creo que el dia que funde un hogar, solo o en compañía, mi madre será infinítamente generosa, lo envolverá en papel de regalo y me lo dará como primer elemento de mi ajuar.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm... no tienes perro? Está bueno para llenarlo de Pedigree Pal.

Anónimo dijo...

¡Anda con la manía que le has tomado!.En el fondo, creo que te gusta..pues: No te lo voy a regalar nunca y cuidado que no se caiga acidentalmente que voy a pensar que lo has "suicidado"...está claro quien soy ¿no?

Moeh Atitar de la Fuente dijo...

Migue: no...que va...no tengo perro...he pensado usarlo para poner las pinzas de colgar...¿alguna sugenrencia más?
Madre anónima: entonces no me voy de casa ;-)

Anónimo dijo...

De momento, ya somos dos (casi tres) los que nos hemos librado ;)
Ya que estamos en plan adivinanzas, Quièn soy? Desde Paris con Amor :)

Moeh Atitar de la Fuente dijo...

Me estaís cansando con tanta adivinanza...voy a empezar a pedir el DNI para comentar...
Por cierto, ahora que lo pienso...¿no quedaría genial en ese mueble negro, tan grande y vacío, que solo ocupa la TV de tu nueva casa?

Anónimo dijo...

Estoy pensando que un buen "pack" para regalarle a Moeh cuando se emancipe es el famoso cuenco junto a los patos blancos con el pico y las patas doradas... Porque, ¿qué me decis de los patitos?... Se merecen una entrada a parte en el Blog... Tengo la certeza que ni a la madre anónima le gustan... ¡Lo que hace el cogerles cariño a las cosas!.Bien mirado es parte de la grandeza de la humanidad: ser capaz querer algo intrínsecamente feo, inutil y antiestético...Moeh: no es una obra de arte es una obra de caridad!!!

Anónimo dijo...

Me encantan las fotos 2 y 3. Pero debes saber que esos engendros son irrompibles. Yo tengo uno muy parecido... y con cucharita a juego. Han ido palmando todas las copas de vino que le rodeaban en la vitrina y el como el primer día...

Moeh Atitar de la Fuente dijo...

¿Con cuchara y todo? que lujo...si me mandas unas fotos lo posteo y juzgamos ;-)