Dos personas, dos desconocidas, sentadas frente a frente en un tranvía, y haciendo los mismos gestos: la mirada perdida en la ventanilla, una mano en la barbilla, la otra apoyada en las piernas y la cabeza seguramente muy lejos del 81 que las lleva a casa o dónde quieran que termine ese trayecto.
Fotografía robada tomada con mi Leica. Más fotos en mi Flickr.
1 comentario:
Preciosa. Sobrecoge. Y a mí me hace pensar cuántas veces habré mirado yo así por un cristal.
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