Paseaba yo por la capital europea, lugar donde se cultivan las coles (¡qué pesado con la bromita!) cuando topeseme mi persona y mis dos ojos con dos pegatinas que tenían la intención manifiesta de prohibir dos cosas que apestan en nuestras ciudades. Por un lado la publicidad Spam-físicia: pizza a domicilio, comida china, reformas Bradusky tiramos tabiques y lo que haga falta aprecio razonable, portes, te ha tocado un apartamento en la playa pero a cambio tienes que estar 5 horas en un hotel mientras te encierran y te obligan a comprar un quita manchas que mancha, te ha tocado un juego de maletas cutres esta vez por soportar la presentención de Pleng Universal producto que revolucionará tu figura mientras barres la casa o lees un libro (no dicen nunca que tipo de libro, pero las memorias de Aznar puede resultar....) Abogados Niceto Fernández Internacional tiene el honor de invitarle a la presentación de la sucursal que se ha abierto en su barrio, compro oro, muebles antiguos y lo que le sobre (absténgase de traer suegras, tenemos muchas en stock) rasca y gana un neceser sin cremallera por la compra superior a 50 euros en nuestras tiendas, no podía faltar las ofertas del super y de la droguería (útil para ver a cuanto cotiza el kilo de merluza y el litro de colonia), reparaciónes urgentes de Televisión las 24 horas, del mismo formato que cerrajeros las 24 horas, en amarillo chillón y con letras azules y rojas que no es otra cosa que unas pegatinas que terminan pegadas en el ascensor (seguro que son mis pestilentes vicinos que no me dejan trabajar en paz y que ahora les ha por hacerse un curso de bricolaje con lo que acumulan en su casa...a ver si nos sale unos recicladores en potencia a golpe de martillo) y ya paro.
La otra cosa que asola nuestras ciudades es la mierda de perro. Los perros hacen sus necesidades, pero los dueños son unos guarros. El hemisferio reptil de mi cerebro le da a veces por pensar en sacarse el aparato urinario y rocierles a discreción con el orin acumulado, pero a uno le educaron para no hacer estas cosas, y se resigna en no pisar las mierdas de los perros.
Los bruselinos (aunque en verdad son bruselenses pero a mi me suena mejor la otra versión) intentan evitar estas malas prácticas con estas pegatinas en los buzones y en las puertas (¡qué ingenuos!):
Comentemos éste último diseño: por un lado, la parte trasera está perfectamente lograda, con la cola elevada para permitir la evacuación; si se fijan en el producto de la evacuación, algo ligera por cierto, termina en punta, lo que le da un realismo atroz. De haber sido yo el artista (y haber sido dotado para ello), hubiera añadido un poco de humillo, producto en invierno de la diferencia entre la tempartura de la hez y del frio exterior. Pero lo más realista es la cara de placer que se le adivina al can, casi relamiéndose por el esfuerzo producido, y eso que la deposición es poco consistente.Los bruselinos (aunque en verdad son bruselenses pero a mi me suena mejor la otra versión) intentan evitar estas malas prácticas con estas pegatinas en los buzones y en las puertas (¡qué ingenuos!):
Bueno, no molesto más. Simplemente pasense a ver carteles extraños en esta página. Yo lo he visto en Asi no son las cosas, que a su vez lo ha visto en el blog de Ramón Buenaventura, tangerino como yo y el cual me concedió una entrevista en mis tiempos mozos del Severo Ochoa. Tengan cuidado en no pisar mierda y absténgase de abrirle al cartero comercial que siempre fastidia las siestas con llamada al telefonillo seguido de un estridente "caltelo comelcial". Un mundo sin Spam y sin mierda (de perro) es posible.
3 comentarios:
Sí que está conseguido el dibujo, sí. Pero no es tan escatológico como decías.
Miguel: ¡Qué guarra es la gente! Yo he visto a gente direccionando al perro hacia el surco de un árbol...ya se sabe, por el abono...
Rosa: ya sabes, soy un exagerado ;-)
Gracias por la bienvenida! A ver que tal se da esto del blog!
Saludos!
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