jueves, 31 de agosto de 2006

Un largo año

Cogió su recién estrenada libreta con el Cavallino Rampante; quitó el capuchón de su Bic rojo. Miró a su derecha para asegurarse de que Juanito Banana Culo de Rana no le pillara. Éste se entretenía en las labores de prospección en sus fosas nasales. Se dispuso a escribir en la primera hoja. Temblaban sus manos. El nudo en el estómago se acrecentó. Escribió un nombre, como tantas veces en el último año, seguido de una declaración, de esas que en poco tiempo le darían risa. Cortó la hoja y apresuradamente la dobló en dos. Decidido se levantó en dirección al pupitre, tres más allá, donde ella se sentaba. Cuando le llegó el olor a su fresca colonia, convirtió las palabras de inocente pero sincero amor en un amasijo, y varió el rumbo hacia la papelera. De vuelta a su pupitre, al lado del de Juanito Banana Culo de Rana - que ahora se deshacía sin disimulo de su moco - vió con el filo de su mirada la sonrisa de ella. Él no lo sabía, pero ese año iba a aprender a resolver ecuaciones con más de una incógnita, iba a recitar toda la tabla periódica menos las tierras raras, se iba a apasionar con la Historia e iba a estar a punto de suspender francés y educación plástica, porque el beso que ella le iba a dar, su primer beso, no le iba a servir de inspiración para dibujar las plantas en clase de Don Fernando que tiene los huevos colgando. "Este año va a ser largo, muy largo", se dijo mientras se sentaba a tan solo tres pupitres de ese inconfundible olor a colonia.

2 comentarios:

Eu dijo...

Y este año que empieza ahora, ¿también se te presenta largo?

Vaya, vaya, que se nos enamora...

Besos,

Moeh Atitar de la Fuente dijo...

jajajaja...que va, ni mucho menos, de momento...reminiscencias del pasado más bien ;-)
Se me presenta largo, pero por otros motivos...
Se te echa de menos por los Madriles...
Besos y flores!