Vuelvo a Bruselas. Han pasado cuatro meses desde la última vez, que solo fue para un día, con una rueda de conferencias sobre temas de defensa.
Esta vez serán cinco días, con dos en Amsterdam, acompañado por Rosa y cuatro cámaras en total. No hay tiempo para más. Una boda de un conocido nos espera el próximo viernes.
No haber dormido nada en las últimas 24 horas me ha hecho pegarme una buena siesta en el avión, y rematarla con una ya más seria, de las de camisón y orinal. Descansar me hacía falta.
El video Antes de todo un vídeo que se ha currado la Rosa (tiembla Almodovar, tiembla). La parte en la que visitamos museos y vamos a conciertos no la hemos puesto. Vendrán más.
Lo que no podía faltar. Se ha convertido en una costumbre cada vez que vengo a Bruselas a ver a una conocida que tengo: un buen watarzooi de pollo en el restaurante Le Cirio, situado en uno de los laterales de la Bolsa, y abierto desde 1886. La bebida típica del sitio es el half and half, y lo sirven en una copa alargada, porque no es otra cosa que una mezcla de vino blanco con un toque de champán. ¡No vean como se lo beben las ancianitas de 80 años!
Marcha bruselina. Hace un año me llevaron a la Place Chatelain a ver como se divertían los snob. Esta noche ha tocado darse una vuelta por Saint Géry, donde estaba la gente tomándose sus cervezas y sus vinos; poca copa en las mesas: aquí, aparentemente, beben tranquilos, de otra manera.
Una galería. He abierto un set en mi Flickr con las fotos del viaje; espero que os gusten. Me voy a dormir.
Esta vez serán cinco días, con dos en Amsterdam, acompañado por Rosa y cuatro cámaras en total. No hay tiempo para más. Una boda de un conocido nos espera el próximo viernes.
No haber dormido nada en las últimas 24 horas me ha hecho pegarme una buena siesta en el avión, y rematarla con una ya más seria, de las de camisón y orinal. Descansar me hacía falta.
El video Antes de todo un vídeo que se ha currado la Rosa (tiembla Almodovar, tiembla). La parte en la que visitamos museos y vamos a conciertos no la hemos puesto. Vendrán más.
Lo que no podía faltar. Se ha convertido en una costumbre cada vez que vengo a Bruselas a ver a una conocida que tengo: un buen watarzooi de pollo en el restaurante Le Cirio, situado en uno de los laterales de la Bolsa, y abierto desde 1886. La bebida típica del sitio es el half and half, y lo sirven en una copa alargada, porque no es otra cosa que una mezcla de vino blanco con un toque de champán. ¡No vean como se lo beben las ancianitas de 80 años!
Marcha bruselina. Hace un año me llevaron a la Place Chatelain a ver como se divertían los snob. Esta noche ha tocado darse una vuelta por Saint Géry, donde estaba la gente tomándose sus cervezas y sus vinos; poca copa en las mesas: aquí, aparentemente, beben tranquilos, de otra manera.
Una galería. He abierto un set en mi Flickr con las fotos del viaje; espero que os gusten. Me voy a dormir.
1 comentario:
A ver qué tal se nos da hoy el vídeo. ;)
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