martes, 19 de mayo de 2009

Las culturas del té

Té de día, de noche, y también entre medias: hay sociedades que viven bebiendo té. Es su combustible. Hay un factor importante: es barato.

Yo estoy más cerca de James Bond, que en la novela Goldfinger (para conocer al personaje mejor abordar las novelas de Ian Fleming) calificaba el té como barro, e insistía a una secretaria (o camarera, no lo recuerdo bien) que le trajera una buena taza de café en vez de té. Y eso que Bond, James Bond, es británico, y los británicos toman el té a las cinco.

Hubo guerras por el té. Basta recordar el motín del té en lo que hoy es Estados Unidos, y que por aquel entonces estaba sometido a Gran Bretaña, que decidió poner impuestos a toda importación, incluído el té. Los hijos de la libertad (que Gran Bretaña considerará unos aunténticos terroristas) se estrenaron aquel martes 16 de diciembre de 1773 disfranzándose de indios y subiéndose a un carguero que estaba atracado en el puerto de Bostón. No rompieron nada, ni hirieron a nadie, y tampoco robaron ninguna mercancía. Solo les interesaba el té: cogieron las 45 toneladas que había a bordo y las arrojaron al Atlántico ¡Menudo espectáculo! Imagínense como quedaron las costas: en lugar de chapapote, hojas de té.

Las culturas del té son un peñazo supino. Miren, con todos los respetos, la ceremonia del té japonés. Para poner un té en una taza se "requiere años de práctica y aprendizaje". ¡Anda ya! Llenas la taza de agua, la metes minuto y medio en el microhondas a toda pastilla, sumerges el saquito en el agua, y a correr.

En otras, se creen que siempre hay un hueco para un té. Si han estado en algún bazar de Marruecos y el dueño ha visto el atisbo de negocio no duden que les ofrecerá un té; si tienen suerte y les invitan a una casa, del té no se libran: es sinónimo de hospitalidad.Y muchas veces, a tí el té no te apetece, y punto pelota, pero hay que poner buena cara, y bebérselo caliente, aunque estemos en un bochornoso agosto. "El té quita la sed", te dicen mientras te quemas. Pero ya saben: educación y a beber el té.

Afganistán pertenece también a esos paíes teizados. A esta prueba me remito:


Fíjense que el soldado yanqui está en situación de ataque, con su fusil preparado. El afgano le ofrece una taza de lo que parece ser té. El soldado se dispone a coger el supuesto té con la mano cubierta con un guante. Error: como no va a notar el calor el soldado se va a quemar nada más metérselo en la boca.

Más. Mirén atrás: el sengundo soldado contempla la escena. Ve al hombre con una segunda presumida taza de té en la otra mano, y sabe que no se va a librar del bochornoso brebaje. "¡Qué estamos a 40 grados!", debe de estar pensando anhelando una Coke o un Bud bien fría.

Y ahora viene lo de explicar lo de "supuesto té". Es una teoría no confirmada sobre esta foto. Yo creo que este buen hombre está hasta los cojones de los yanquis y se ha meado en las tazas. No es nada personal, pero entiendan que tener a unos disparando todo el día al lado de casa no es nada agradable.

PS: Yomime, máximo accionista de este blog, no está muy contento con mi vuelta. Dice que las estadísticas siguen atascadas en los 14 lectores, y que esto no es negocio. Además sostiene que soy yo mismo quien va de un ordenador a otro hasta alcanzar esa cifra, para que el siga manteniendo el chiringuito. También dice que no comenta nadie, y que debería meter o contenidos de alta calidad, o contenidos polémicos y erotismo a raudales, porque con 14 lectores no vamos a ningún lado. Yo me resisto...

7 comentarios:

MARÍA dijo...

jeje!! En Afganistán el té sienta bien aunque estés a 35 grados a la sombra... es un gesto de hospitalidad, yo ya me he acostumbrado!!

PD espero ayudar a levantar el negocio con mi humilde comentario!

Leticia dijo...

No estoy de acuerdo con yomime, este blog no necesita contenidos polémicos ni eróticos, solo un poco más de constancia [habló], historias de esas que sÓlo tú sabes contar y una CABECERa nueva! y preciosa, agradable a la vista. Eso es solucionable. ;)

Pd: Si tu teoría se confirmara ¿el hombre se iba a beber su propia taza o se la iba a acercar al soldado de atrás?

Pd2: de 14 nada monada :D

tomaktoma dijo...

resistete

Ana dijo...

Injusto con el té y más con el afgano, ese hombre tiene cara de buena persona y seguro que el té no lleva "añadidos"...lo de la hospitalidad funciona.Y tu lo sabes "enfant terrible"...pero estoy contigo que en verano es sofocante solo pensar en beber té tan caliente como lo ofrecen.
Y estoy con Leticia,más entradas y nueva portada..
Ah! y el otro vaso se lo va a ofrecer al otro soldado, sin ninguna duda...
Besos: Ana

ExpatThoughts dijo...

Esto es provocar... :-p

Si, soy uno de los 14 lectores... asi que como evidencia, tenía que contestar...

Yo no suelo comentar, soy mas lector que comentador... (y así recibo los comentarios que recibo :-p)

Yo soy de café y té, café siempre que puedo y té si es del bueno, del marroquí o del local cuando viajas por ahí, o de alguna yerba extraña... no de esas no, sólo extraña... bueno también me gusta el mate... será que me gustan todos los estimulantes??

Y sobre el blog, en fin... creo que solo te hace falta publicar más y dejarle claro a la gente cuál es tu frecuencia de publicación (y respetarla).

Saludos y animo con el blog!

;-)

Unknown dijo...

No tengo muy claro si soy una de los 14 lectores.
Por si fuese la décimoquinta añado: hace casi tres años hice un viaje largo por Mauritania (es largo de contar qué hacía yo allí)y, claro, el té estuvo presente en cada parada (en una de ellas incluso nos ofrecieron matar un cordero además...). Lo que me sorprendió es que allí la unidad "un té" son tres vasitos: el primero muy caliente y amargo, el segundo medium, y el tercero el más dulce (se le ha ido acumulando azúcar).
Así que mi aportación a la interpretación de la foto es que la tradición afgana igual es un té en "dos tiempos" y los dos vasitos son para el soldado 1 ;D
Sandra

Carolina dijo...

Jajajaja, muy buena la foto!!!

En "El club de la lucha" cuentan cómo los camareros mean o escupen en la comida de quienes les caen mal. Te advierto que no es una leyenda urbana, me han contado historias parecidas...aquí mismo.