martes, 10 de marzo de 2009

Un toro en Nueva York

Corría el mes de diciembre de 1989. Un toro de 3.500 kilos, hecho de bronce, fue plantado literalmente frente a la bolsa de NY. El artista era un tal Arturo Di Modica, de origen siciliano, al que nadie le había encargado hacer un astado de 3.500 kilos. EE UU salía de un mini crash de la bolsa, que sacudió los mercados dos años antes; con la obra, el italiano quería mostrar que EE UU era tan fuerte como un toro. 

Se gastó unos 350.000 dólares de la época y de su bolsillo para plantarlo, sin que nadie se lo encargara, frente de Wall Street, una calle que tu te imaginas enorme, y que es más pequeña que cualquier callejón de la Malasaña madrileña. Toda una decepción.

Todo español cuando llega al toro de Wall Street se pone a hacer el San Fermín. La foto es de Rosa J.C

A la peña le gustó tanto el torito que el ayuntamiento decidió trasladarlo una calle paralela, un poco más larga y un poco más ancha: Broadway.

Cuando fui a NY, en 2005, no me sabía la historia de la estatua. Se la leí a Enric Gonzalez en Historías de Nueva York. Dicen que tienes que tocarle los testículos al animar para tener suerte; yo no lo hice. Es mi excusa para volver a NY: tocarle los huevos al toro.

PS: Post dedicado a uno de los 14 lectores que se va una temporadita a vivir a China. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres genial :).

Espero que vengas a verme, pero ojalá que nos veamos mil veces antes en Madrid.

M.

Cris Lago dijo...

Bueno Moehito, vamos mirando vuelos a Harbeen???... ains mi hermanita chica, dios!!!


muaks

Ana Asuero dijo...

Hijo, pues no te veo yo a tí tocándole los huevos al toro ¿eh?