domingo, 24 de agosto de 2008

Horteradas: las bodas

Debe de haber una regla consuetudinaria, no escrita, por la cual en toda boda tiene que haber un elemento cursi, hortera para que el enlace sea valido.

Esa horterada puede venir de los disfraces de los contrayentes. En todas las bodas a las que he asistido, de distinta índole, cultura y condición, a los esposados se les viste de manera horrible, de tal manera que solo se salvan aquellos que en su día a día tiene un gusto muy superior a los demás. Encima los complementos no invitan al buen gusto: piénsese solo en el ramo de flores.

"Por favor ponga cara de que le va a querer toda la vida...No, no, cara de aburrimiento no, de amor...Bueno, pues finja, que solo llevan 20 minutos casados"

Pero ni siquiera estos que previenen la horterada con su gusto pueden hacer frente a los invitados: ¡Esa corbata del mejor amigo del novio! ¡Esos moños de las madres! ¡Ese maquillaje de lagarterana de la amiga de la novia! ¡Ese vestido a modo de envoltorio de bombón -- lazo incluido -- con el que se afea la más guapa! Siempre hay un invitado que da la nota.

Luego puede que la horterada venga en forma de comida , con la tarta y la espada de Toledo con la que se arman marido y mujer para cortar -- o destrozar --sus consecutivos pisos. Y si ya todo van orden y no hay ningún incidencia ni falta de gusto, ya vendrá del dj de turno a poner paquitoc el chocolatero o la orquesta en directo a tocar el 'ya bent bladi'.

Por eso las bodas que tienen más gusto son las que se celebran por poderes.

Y vosotros, mis queridos 14 lectores, os preguntaréis a que viene este ataque. Sencillo: razón primera, no tengo boda -- ni propia no ajena -- a la vista; razón segunda: he visto este post en Ziza.ru y me han dado ganas de despotricar contra las bodas.

2 comentarios:

Pimkie dijo...

En mi boda, el elemento más hortera fue un tipejo vestido del Barça, con gorra incluida, que se coló por toda la cara en la ceremonia, y al salir, justo antes de que nos tiraran el arroz, se plantificó en la puerta ¡y nos dio su bendición haciéndonos! (minuto 8:52). Se paseó por la iglesia durante toda la ceremonia, dando la nota entre los invitados. Hubiera querido matarlo. Después de eso, no podía haber detalle de mal gusto que fuese más hortera.

Ana Pedrero dijo...

Lo de la espada de Toledo y Paquito el chocolatero es mortal. Y si ya rizan el rizo con la liga de la novia y con la corbata del novio (juro que yo lo he visto), eso puede ser la ostia directamente. Sobre los moños no opino; confieso que más de una vez llevé un nido sobre mi cabeza. Pero salvaba tanto glamour con mi lengua de carretero.

p.d. Mou, es que te pones a buscar unas cosas por internet.....

Besos.